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lunes, 23 de agosto de 2010

"Soy el cardenal Samoré del Acuerdo Cívico"

Dijo que, como hizo el mediador del Papa para evitar la guerra contra Chile, actúa de pacificador para que el frente antikirchnerista de centroizquierda no se rompa.

Ricardo López Murphy nunca pasa inadvertido. Tanto por su talla física, como por sus fuertes y polémicas convicciones políticas y económicas. Por algo se ganó el mote de "bulldog", aunque en el diálogo cara a cara exhiba una fina y graciosa ironía. Sin embargo, por esas paradojas de la política, hoy está jugando un rol del que él mismo se sorprende. En la tormenta del Acuerdo Cívico antikirchnerista, donde Elisa Carrió disputa y pelea con radicales y socialistas, López Murphy hace las veces de pacificador.

-¿Cómo explica la carta de Carrió que sumergió en una crisis al Acuerdo Cívico?
-En el Acuerdo Cívico yo estoy tratando de asumir el papel que tuvo el Cardenal Samoré en el conflicto limítrofe con Chile. Él trabajó para evitar -y lo logró- la catástrofe de la guerra. Ante las diatribas de un lado y del otro, Samoré demostró una paciencia, una prudencia y una firmeza admirables. Eso quiero hacer yo en este acuerdo político, porque si nos dejamos llevar por los enojos, por los berretines, por las peleas, es seguro que los Kirchner se quedan en el poder. Y yo creo que es vital evitar que se queden.

-¿A qué está dispuesto a renunciar para lograrlo? ¿Hablará con Carrió?
-En enero de 2009 dijimos abiertamente que íbamos a apoyar al Acuerdo Cívico y Social a pesar de las diferencias que teníamos, y en esa línea trazamos puentes con Carrió, con la UCR, y con todos los que se han querido acercar a este paraguas capaz de cobijar un espectro más amplio...

-Hasta con el socialismo.
-Con todos los que han dialogado con nosotros.

-¿Con Pino Solanas?
-No. Con Solanas yo nunca he hablado. Me parece que no habría una lógica porque Solanas responde a un proyecto de otra concepción política. Por ejemplo, todos en el Acuerdo Cívico tenemos una opinión muy crítica y negativa de Hugo Chávez, mientras que Solanas tiene una opinión muy positiva y proclive a Chávez. No hay forma de que coincidamos con que el modelo venezolano de Chávez, la dictadura iraní y el régimen nepotista de los Castro en Cuba son positivos.

-Sin embargo, algunos miembros del Acuerdo Cívico no hablan mal de Chávez ni de Castro.
-Puede ser que no lo expresen, pero yo diría que ninguno de ellos avalaría esos regímenes políticos institucionales donde hay un solo partido.

-¿Cuál es su rol en el Acuerdo?
-En una construcción como ésta, con muchos matices y caras, como un poliedro, yo sugiero paciencia, tomarse un tilo, reflexionar y llevar la discusión a la elaboración de un programa de gobierno, a la narrativa, a los problemas de gobernabilidad y no a las candidaturas.

- Usted habla de paciencia y de mesura, pero Carrió ya se fue, ya pateó el tablero.
-No. Yo, que soy uno de los que habla con Carrió, diría que lo que ha planteado es que el rumbo que se estaba siguiendo no era constructivo, que era una opción empobrecida. Carrió quiere una opción más atractiva, más vigorosa, más apta para competir. Si el procedimiento que ella siguió es el adecuado es otro tema. Yo lo que le he dicho a todos que reaccionen con moderación y que nos concentremos en un programa de gobierno, y que bajemos, por ahora, el tema de las candidaturas. Porque de lo contrario vamos a estar reeditando los problemas de la Alianza, lo que significa que no hemos aprendido nada.

-¿Fue la opinión de Hermes Binner sobre las retenciones lo que desató la reacción de Carrió?
-Yo creo que la opinión del gobernador Binner no fue afortunada, lo he dicho varias veces, pero en un lenguaje más conciliador. Porque el Congreso está por reasumir facultades que jamás debería haber delegado. No hay Congreso en el mundo que resigne las facultades impositivas. La invención de los Congresos ha sido para darle recursos al régimen político. Lo dice la frase "no hay imposición sin representación". Renunciar a eso no es razonable y, además, no es constitucional. Entonces, la expresión de Binner no fue feliz. Sólo que yo lo digo de una forma y Carrió de otra, algo más descalificante.

-Hasta ahora, Binner no se ha desdicho de su apoyo a las retenciones...
-Y Alfonsín tampoco, para ser preciso. Pero esto es materia de debate en este espacio que se está construyendo. Y cuando se dé como un debate abierto sé que vamos a llegar a las conclusiones a las que yo he llegado.

-¿Binner y Alfonsín protegen esta facultad para el Ejecutivo porque creen que podrán utilizarla en el futuro, como presidentes?
-No. Yo diría que es porque hay un debate no saldado que incluye otras discusiones, como por ejemplo, la discriminación por tamaño en la aplicación del impuesto a la exportación. Sin embargo, si la condición de la unidad de todo el frente opositor es que haya impuestos diferenciales por tamaño y superficie, yo estoy dispuesto a aceptarlo. Si ese es el precio que hay que pagar, estoy dispuesto a pagarlo. Esa es la forma en la que se forman las grandes coaliciones, no ocultando los debates y las disidencias, sino alcanzando una síntesis en la que todos renuncian a algo.

-Los economistas no kirchneristas advierten que tarde o temprano se van a tener que enfrentar los graves problemas generados por este modelo. Sin embargo, pareciera que esos problemas no van a ser significativos en la próxima elección presidencial. ¿Cuál es su opinión?
-Coincido. Pero hay problemas que ya están y son muy graves: la enorme concentración de poder político, institucional y económico, lo que ha ido creando una situación de hecho muy delicada. Y me parece que un turno de gobierno más para este modelo haría que muchas cosas fueran irreversibles.

-¿Y si la bomba explota cuando los actuales opositores estén en el poder?
-Hay que explicar en detalle los problemas que se van a enfrentar y hay que hacerse cargo de poder resolverlos. Si se gana mintiendo o vendiendo una imagen falsa no va a estar en condiciones de gobernar. Me parece que todo el país está conciente de que hay problemas en materia de infraestructura, energía, seguridad social...

-¿Tan seguro está de que los ciudadanos tienen esa percepción? Me parece que llegada la campaña, con Néstor Kirchner hablando de la "recuperación argentina" y con usted hablando de los sacrificios que habrá que hacer, muchos lo votarán a Kirchner.
-Yo creo que una propuesta mejor va a favorecer a todos y va a permitir que el país crezca y se adapte mejor a circunstancias que son excepcionales y que han permitido que hayamos crecido y nos hayamos recuperado a pesar de los Kirchner, no gracias a los Kirchner.

Publicado por La Voz del Interior

1 comentario:

rab dijo...

Pueden entenderse sus esfuerzos personales por reducir tensiones y promover cordialidad en la diversidad política, pero el tiempo se acaba.
Es imperioso que las diversas agrupaciones posterguen la promoción de candidaturas y encaren un debate serio de coincidencias y divergencias para acordar una plataforma.
Las declaraciones de Binner y Alfonsín respecto a las retenciones no son meramente desafortunadas. Revelan una intención clara de seguir "ordeñando al campo".
¿Qué se nos pide que votemos?