A continuación les dejo una entrevista que me hizo el diario La Nación, en los primeros días de enero mientras vacacionaba junto a mi familia.
Saludos,
Ricardo
-¿Cómo observa la gestión de Macri?
-Es muy pronto para definiciones, pero a mí no me gustan las subas fuertes de impuestos. La Argentina tiene una presión tributaria excepcionalmente elevada para los sectores formales que pagan. El 50 por ciento de la mano de obra está en negro. Si usted suma el alza de Alumbrado Barrido y Limpieza y de Bienes Personales le da una presión fiscal explosiva. Ya tenemos una excesiva presión tributaria y encima es para darle más plata a los Kirchner para seguir concentrando poder.
-¿No cree que la suba de tasas será para mejorar la ciudad?
-Eso está abierto. Además creo que el gasto público está extraordinariamente alto en el gobierno federal, en la ciudad de Buenos Aires y en las provincias. Lo aconsejable no es subir los impuestos sino mejorar el uso. Y mucho menos aconsejable es endeudarse. En un ciclo favorable, los gobiernos deberían desendeudarse.
-¿Y qué opina de que su socio tenga facultades especiales para refedinir partidas presupuestarias?
-Nunca debe haber normas de emergencia. El gobierno de los Kirchner ha sido la recurrencia permanente a la emergencia. Las reglas que sean buenas para mí y para nosotros tienen que serlo para los demás. No tiene que haber reglas excepcionales. Nunca las reglas De Vido.
-¿Entonces tampoco comparte la idea de Macri de que los hospitales tienen que ser sólo para los porteños?
-En la Argentina hay un problema de federalismo muy grande donde las jurisdicciones tienen una disfuncionalidad muy grande. Usted les cobra a determinados contribuyentes y les presta servicios a otros. La solución a ese tema es un seguro integral de salud.
-¿Cómo califica los primeros días de la presidenta Kirchner?
-Más de lo mismo. Si hubiera sido reelegido Néstor Kirchner ni nos hubiéramos dado cuenta. Más aún, en las últimas semanas ha sido más fuerte el protagonismo de Néstor que de Cristina Kirchner. Me parece que el matrimonio, para no disminuir el papel de Cristina, ha cogobernado. Ella no es una persona menor en esa estructura. Me parece que están en ese juego. Creo que él tiene la actitud más agresiva de los dos. Pero salvo eso, no veo diferencias ni de diagnóstico, ni de propuestas ni de terapias. Por eso tenemos los mismos problemas que teníamos antes: la inflación, la infraestructura que está colapsada y en particular la energía, el tema del federalismo porque se ha destruido, la seguridad, que es un tema decisivo y los problemas de gobernabilidad. La reforma política sería muy sana. Votar con una boleta única o algún sistema que evite el escándalo y el desperdicio. Para octubre se imprimieron 2500 millones de boletas para usar 20 millones. Es una locura.
-¿Entonces no cree lo que dice Cristina Kirchner de que las novedades judiciales en Estados Unidos por la valija de Antonini Wilson son una operación basura?
-[Terminante] Para nada. Me parece una excusa. Buscar un chivo expiatorio o algún elemento que permita atenuar un hecho muy grave. No es una cuestión doméstica, es una muestra del descontrol que ocurre.
-¿Cree que puede compararse con Carrió en mantener un liderazgo sin tener cargos efectivos en una estructura partidaria?
-La derrota obliga a dar un paso al costado para hacer una renovación. Por eso no voy a ir a elecciones en Recrear. No voy a disputar cargos. Si las circunstancias me permitieran volver a ser candidato, tengo la vocación de siempre. Pero me voy a concentrar en la política arquitectónica. El tiempo lo dirá.
-¿Pasadas las pasiones electorales hay posibilidad de alcanzar un acuerdo político con la Coalición Cívica o con Lavagna?
-Me parece decisivo vertebrar un frente opositor más amplio y más dialoguista. Los resultados electorales me obligan a una actitud más modesta y prudente.
-¿Coincide con Gabriela Michetti en que la líder de la oposición es Carrió o es su socio Macri?
-No es bueno hacer ese tipo de definiciones futbolísticas. Por los resultados electorales, Carrió tiene una responsabilidad mayor y una resonancia mayor. Con Macri tenemos una coalición en la ciudad porque allí ayudamos a elegir una jefatura. Proyecto nacional conmigo no hay. No lo veo.
Por María Elena Polack De la Redacción de LA NACION
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