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lunes, 31 de agosto de 2009

"Si el panradicalismo llega dividido al 2011, fracasamos"

Ricardo López Murphy, referente de la Corriente de Convergencia Federal, vaticinó hoy que el próximo Gobierno nacional no será justicialista y argumentó su pronóstico al asegurar que los argentinos están "cansados del peronismo, que de la mano de los Kirchner han destruído muchos de sus ideales y sus creencias".

"El panradicalismo va a ser el próximo gobierno si no comete errores en el camino", dijo el ex candidato presidencial en declaraciones al programa Bajo la Lupa, que se emite por FM Identidad. Sin embargo, aclaró que "si el panradicalismo presentara más de un candidato a presidente en 2011, volvería a fracasar".

Con respecto a la puja entre los presidenciables Julio Cobos y Elisa Carrió, el aliado al Acuerdo Cívico pidió "mantener la unidad, realizar un programa de gobierno sensato y preciso, desarrollar un sistema de solución de conflictos internos, y por último, organizar un mecanismo de elección de candidatos, al estilo chileno o uruguayo".

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Con todo respeto, no es una afirmacion un tanto delicada como para ser generalizada?
A mi humilde entender, es mas frustrante que a las "ideas/proyectos/planes" de desarrollo, de progreso economico, social, educativo, sanitario, entre otros, se anteponga la lucha "ideologica", "interpartidaria", "discursiva".
Me atrevo a decir que no es una cuestion de partidos, sino que estaria mas relacionada a nuestra idiosincracia, deberiamos apuntar a salir del "cortoplacismo" para plantearnos de una vez por todas ese proyecto de Nacion que creemos o queremos ser.
Cordiales saludos.

Anónimo dijo...

Creo que lamentablemente Ricardo tiene razón. el tema es que el clientelismo está muy relacionado al peronismo, pero estoy de acuerdo que gran parte de los males de nuestra nación se deben al peronismo y su cultura del "todo vale".

Jorge de Pergamino

Anónimo dijo...

Siempre fui radical, pero hoy al ver en que se ha convertido nuestro partido debo decir que me siento más cerca de algunos peronistas que de los radicales que rigen nuestro partido, que insisten en mostrarse como una opción de izquierda demostrando una falta total de conocimiento de lo que hizo grande a nuestro partido. Los radicales sensatos como usted Ricardo, se fueron o simplemente se encuentran marginados, como el propio Terragno.
Hoy verdaderamente me identifico más con las gestiones de gobierno de Romero, Reutemann y sobretodo Rodriguez Saá (cuya provincia realmente es un maravilloso oasis en el desierto de desgobiernos provinciales) que con la prédicas "progresistas" de Moreau y Alfonsín hijo.
Como ejemplo puede ver lo que ocurrió en mi ciudad: Bahía Blanca. Donde la concejala electa por la UCR, Patricia Piersigilli, propuso cambiar el nombre de la calle Julio Roca por el de Raúl Alfonsín ya que definió a Roca como "un personaje siniestro de nuestra historia".(fuente:http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/12/07/2009/97c109.prt)
Con todo respeto Lopez Murphy si ese es el panradicalismo que se viene, temo que me quedaré huérfano de partido y hasta consideraré la opción de votar por un candidato peronista.
Sin más, lo saludo atentamente.
Deigo, de Bahía Blanca

PABLO dijo...

Dr MURPHY.
UD. HABLA COMO PRESIDENCIABLE A JULIO COBOS, UN TRAIDOR COMO POCOS.
PRIMERO TRAICIONO AL PARTIDO RADICAL Y DESPUES A LOS KIRCHNER. COMO PODEMOS CONFIAR DE ESTE TIPO.
SALUDOS.
PABLO.

Anónimo dijo...

¿Este "panradicalismo" incluye a la tristemente recordada "Coordinadora Radical"?
Acordemos plataformas y objetivos primero, las candidaturas deberían ser subordinadas a alcanzarlos.
¿Qué tal un compromiso para cumplir la Constitución?
El radicalismo jugó demasiadas veces la carta electoral de erigirse en "única alternativa". A mi juicio, deberá renovar sus credenciales y definirse. Basta de "movimientos" ¿qué clase de partido es? ¿qué objetivos tiene?.
Dejar de lado el rencor es esencial pero perder la memoria es peligroso.

Anónimo dijo...

Una convergencia alrededor de la tradición política del radicalismo aparece como necesaria para la recuperación de la política. Sus dirigentes deben estar conscientes de la importancia del sector externo y la competitividad, del rigor presupuestario, de la educación como pilar del progreso social, y tendrán que acordar reglas claras de antemano sobre la elección de cargos y candidaturas. Sin arribismo, sin internismo, ese partido deberá ser un bien de todos los ciudadanos, y un taller de democracia para quienes lo integren.