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domingo, 7 de junio de 2009

Una reforma tributaria para mejorar la calidad de vida

En las columnas anteriores hemos estado señalando que los debates sobre institucionalidad y las reglas de juego electoral prácticamente han dominado la escena, en particular, con la judicialización de las candidaturas truchas y la decisión abierta y expresa de mentir de algunos candidatos sobre sus verdaderos propósitos.

Lamentablemente, ninguno de esos temas, más allá de la gravedad que tiene la mentira institucional, permite dilucidar las perspectivas de la política pública a futuro.

Un tema decisivo al respecto es el régimen tributario. Esta es la forma principal de intervención de los gobiernos en todos los países del mundo. El impuesto es la expresión más determinante del monopolio de la fuerza y el carácter coercitivo de la gestión del gobierno. Por eso se llaman impuestos, y no voluntarios.

El régimen impositivo, como el nivel de gasto de un economía, determinan su competitividad global. No es posible para una sociedad ignorar que esos costos establecen los niveles de gasto privado y la posibilidad, efectiva y objetiva de esa economía, de acumular recursos y expandirse productivamente.

En particular, el régimen impositivo argentino tiene gravámenes de carácter extravagante. Esto quiere decir, impuestos que no se usan en el resto del mundo, y que afectan muy gravemente la capacidad competitiva, el empleo, la reinversión, y en particular, el atractivo de Argentina como un lugar donde realizar el potencial y las posibilidades de crecimiento economico.

Entre las distorsiones más severas, la más llamativa y la más desgraciada, es la sobre imposición al factor trabajo. En ese sentido, la Argentina con un alto régimen de informalidad, o casi la mitad de empleo privado en negro, tiene cargas tributarias sobre el factor trabajo de carácter desmesurado.

La explicación más clara del problema de informalidad en nuestro mercado productivo en cuanto a la forma de lidiar con altísimos niveles de imposición, ha sido una gradual informalización de la mano de obra. La peor respuesta porque genera un costo de improductividad en la economía, al trasladarse los factores productivos de las áreas donde pagan impuestos a las áreas donde no lo pagan.

El segundo gravamen disparatado, es el impuesto a las transacciones financieras. En el mundo se fomenta el uso de las transacciones bancarias por dos finalidades. La primera es luchar contra la evasión impositiva, y la segunda enfrentar el lavado de dinero. En la Argentina al contario, se desalienta el uso del sistema bancario. Este efecto deletéreo es de una magnitud excepcional, ya que el nivel de impuestos es prácticamente la mitad del IVA, no es un gravamen trivial, sino es una distorsión de características extremas.

El tercer impuesto exagerado que tiene nuestro país, al cual hay que prestarle singular atención, es el no ajuste por inflación del impuesto a las ganancias. Esto genera que la imposición no solo abarque a la ganancia, sino también a la amortización. Esa es la forma más grotesca de desalentar el nivel de inversión y la acumulación de capitales, y por supuesto al desalentar este, se frena el empleo y el proceso tecnológico. Este concepto es extraordinariamente importante porque al mismo tiempo fomenta el endeudamiento, cuanto más endeudada está una compañía, menos impuestos inflacionario paga.

En cuarto lugar, no se puede cobrar impuesto a la renta financiera sino se introduce el impuesto por inflación. Ahora bien, si este cambio se produce, la renta financiera es en los últimos años negativa. Por lo tanto, no habría tal renta financiera a cobrar si se hace esta corrección.

El quinto impuesto brutal que tiene nuestra economía, es el gravamen sobre nuestras exportaciones. Esto genera un enorme desaliento tanto a las localidades alejadas de los puertos y los lugares de comercialización, como a las actividades tecnológicamente más avanzadas, incentivado las formas más primitivas de producción. Ese impuesto a las exportaciones además crea un aliento artificial a actividades que usan como insumo los productos del sector agropecuario.

Sin embargo, hay un impuesto más grave que estos cinco que hemos mencionado, que es la prohibición de exportaciones. Es como su hubiera una retención del 100%, aplicada a el caso de la lechería, del trigo y las carnes. Esta distorsión se está pagando en términos de que prácticamente la producción de esos tres sectores clásicos de nuestras ventajas naturales, han mermado en relación a sus niveles históricos.

Estas son algunas propuestas:

 Derogar el impuesto a las transacciones financieras, convirtiéndola en un pago a cuenta del impuesto a las ganancias.
 Las contribuciones sobre la mano de obra sean deducibles del IVA.
 La base tributaria del impuesto a las ganancias sea ajustable por inflación.
 Eliminar gradualmente los impuestos a la exportación de manera de devolverle a la Argentina un régimen tributario similar al que gozan Uruguay y Brasil.
 Eliminar todo tipo de prohibición a las exportaciones o retención del 100 por 100, porque eso hace un daño estructural a la asignación productiva.
 Reemplazar por un IVA provincial, el impuesto a los ingresos brutos y los impuestos a los sellos, dejando atrás gravámenes anacrónicos y yendo a un sistema tributario moderno.

Publicado por el Diario Perfil. Domingo 7 de junio

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Ojala esta muy buena contribución
ayude a instalar el necesario debate acerca de los recursos publicos.-
¿ Como obtenerlos ? ¿ Hacia donde
aplicarlos ? ¿ Como distribuirlos ?
Como siempre,el Dr.R.Lopez Murphy,generosamente,colabora en la
necesaria reconstrucción intelec_
tual de la Argentina.-

Anónimo dijo...

Un comentario muy real, pues stamos cerrado una pequeña PIMES especializada por costo operativos financieros que hacen inoperable la gestión.
Pero un tema que no se trata ni se comenta es aquel que puede permimitir optener el apoyo popular necesario,ganar la Elecciones para ejecutar estas reformas necesarias.
Es el tema de de fondo,
DAR TRABAJO EN ARGENTINA
Eso es lo que le interesa al ciudadano comun, aquel que no ve cable, y solo lee CRONICA, OLE o ve a Tinelli y escucha solo de futbol.
Es necesario crear Grupos de Estudio del Tema DAR TRABAJO.
Muchos tienen Ideas y esperan ser convocados.
Al mismo tiempo tratar con los especialistas el tema fino de los costos financiero del cual no hay que convencer a los que ya somos adherentes.
Hay que ser Ejecutivo

marcela dijo...

Excelnte artículo Ricardo. Lamentablemente la sociedad no supo valorar a un candidato con propuestas, con ideas, y con convicciones. Hoy algunos lo putean, mañana entenderán su prédica, y ya será tarde. Habremos desaprovechado otra oportunidad. Es una decisión suya trabajar para que esto no suceda.
Lo felicito,
Marcela

Anónimo dijo...

Ricardo,
excelentes las propuestas que hace en este artículo, en medio del vacío de propuestas de esta campaña 2009.
Ud no es candidato, entonces no hay propuestas!!

Lo único malo es que le copian todo.

En la C.A.B.A hoy se escuchan varias de las propuestas 2005 y 2007, que las hizo usted.

Fernando dijo...

Siendo un empresario de una PyMe familiar siento que, aunque ya estamos acostumbrados a una presión tributaria excesiva (como lo dijo K en el conflicto del campo, la política tributaria argentina supone que el que paga, paga también por los que no pagan), en los últimos 2 años se ve un aumento significativo del afán recaudador de las provincias. Seguramente, la razón se encuentra en la poco equitativa distribución de los tributos federales entre Nación y provincias. Estas, en vez de ponerse los pantalones y forzar la reglamentación de la coparticipación federal, han preferido escarbar por cada peso en otro lugar. Ese otro lugar es el impuesto a los Ingresos Brutos. Así, han creado intrincados mecanismos de percepción y retención de este impuesto, ordenando a agentes del sector privado a actuar como “agentes de recaudación”. Para el que no conoce del tema, significa que empresas privadas deben cobrarle a sus clientes un porcentaje que se agrega a la factura de venta, o retener de los pagos a sus proveedor una suma determinada. Estos montos son depositados por el “agente de retención” en las cuentas de las agencias de recaudación provinciales como adelantos de IIBB a nombre de los clientes o proveedores. En caso de incumpliemiento, las agencias de recaudación también establecieron graves penalidades.
Para las empresas que venden a plazo, actuar como agente de recaudación tiene un costo financiero. Por ej., una percepción de prov. de BsAs se paga a ARBA en promedio a los 15 días de facturada. Si el cliente paga a 90 días, el agente de retención financia al cliente el importe percibido en 75 días y a ARBA en 15 días. Si el cliente no honrara la deuda, la perdida por incobrabilidad se la “come” el agente de recaudación y no el estado provincial.
Como contraprestación, el agente de recaudación, recibe cero, nada, que permita cubrir los costos operativos del sistema (RRHH, tecnológicos y financieros).
La incorporación de agentes de recaudación privados se ha generalizado últimamente por su extensión a otros impuestos y por el efecto inflacionario. Los límites, nominales en pesos, que demarcan el ingreso a un régimen de recaudación no cambian desde hace años. En términos reales, estos límites se han reducido por la perdida del valor del peso.
En este marco, mi empresa se convirtió en agente de recaudación en Capital y en Buenos Aires (no tenemos oficinas o bienes registrados allí). Además, desestimamos una notificación de Santa Fe para serlo, puesto que la intimación cursada no tenía en cuenta que la empresa no cumple con los requisitos que marca la normativa.
Pero esto no es todo. El ser agente de recaudación no nos exime de sufrir retenciones y/o percepciones. Por ej., el sistema Sicreb realiza retenciones por cada depósito bancario a nuestra cuenta. Otro ejemplo es la prov. de BsAs y su bendito padrón de contribuyentes que indica las alícuotas de retención y percepción para mas de un 1.5 millones de CUIT. Gracias al “padrón”, hemos venido acumulando desde noviembre un saldo a favor de IIBB de varias decenas de miles de pesos. En la normativa 14/09, ARBA establece condiciones draconianas para la exclusión del régimen (art 46), obligando al contribuyente a acumular saldos a favor hasta la eternidad.
Estos sistemas de recaudación, atentan contra la voluntad de cumplimiento del contribuyente. Su compleja aplicación, excede los recursos que las empresas PyMe poseen. Al elevar el costo de actuar dentro del sistema, justifican a quienes permanecen fuera de el y acumulan los costos fiscales en aquellos con voluntad cumplir. Pero la mera voluntad no es blindaje suficiente que asegure el total cumplimiento de las normativas. Estas son tan numerosas como complejas y son modificadas a ritmos tan alocados que ni los mismos contadores están al tanto de los detalles. Así, se descuentan omisiones involuntarias en su ejecución. Las inspecciones impositivas son insensibles a esto. Punto mas para los que actúan por fuera del sistema.
¿Queda claro que esta dirección es errada y autodestructiva?¿No habrá que barajar y dar de nuevo?

Anónimo dijo...

Ricardo,
muy buen articulo,
lo unico malo es que le copien y roben sus propuestas.

Anónimo dijo...

RLM, en esta campaña no hay propuestas,
porque ud no es candidato.
Asi de simple.

Realista dijo...

Doctor, disculpe mi sinceridad, pero su propuesta, aún siendo conceptualmente correcta en su mayor parte, produciría una marcada disminución de los ingresos públicos, por lo que debería ir acompañada por una drástica reducción del gasto público para ser factible. No me parece bien mencionar una sola cara de la moneda.

Y en el plano conceptual, la prohibición de exportar no es un impuesto, sino un subsidio a los consumidores locales del bien en cuestión pagado por el productor de ese bien. Hay un impuesto en este caso: el IVA cobrado en la venta al mercado interno. Dado que este impuesto es menor que una retencion tipica, queda claro que la prohibicion de importar es un impuesto, pues no representa un aumento de los ingresos publicos.

Y aclaro que a mi juicio Ud es uno de los pocos politicos con capacidad tal que valga la pena invertir unos minutos en hacer los comentarios anteriores.

PABLO dijo...

RICARDO :
LA ARGENTINA TIENE QUE ESTAR ABIERTA AL MUNDO, EN ESPECIAL AL BRIC (BRASIL, RUSIA, INDIA Y CHINA).
ESTAMOS HABLANDO DEL 42 % DE LA POBLACION MUNDIAL.
SALUDOS.
PABLO
BS.AS. Florida

Anónimo dijo...

Convertir el impuesto a las transacciones financieras en un pago a cuenta de ganancias me parece una propuesta bastante floja. La administración del adelanto para pequeñas empresas monotributistas y personas físicas se vuelve impracticable con lo cual el efecto de blanqueo de la economia no lo va a ver ya que las grandes empresas que pueden administrar la compnsación ya trabajan en blanco.

Anónimo dijo...

ojala le copien todas sus propuestas,estariamos mucho mejor

Anónimo dijo...

La carga impositiva equivale a la cuotaparte de trabajo que un privado entrega al estado. Debería ser tan acotada como lo necesario para cubrir los costos escenciales e indelegables de la administración estatal, entre otros la seguridad, la sanidad y la educación. Todo el resto que se le destina es un regalo involuntario, coercitivo, que nos acerca a la esclavitud. Cuanto mayor es, mayor esclavitud. Aún más, si lo vemos reflejado en la corrupción de los funcionarios de turno. ¿A quién le satisface trabajar para que gobernantes se compren aviones, yates y mansiones?. ¿A quién le satisface trabajar para que se instalen planes y subsidios crónicos?.